Una boda es una celebración que cada vez más parejas desean convertir en un evento único y sobre todo memorable. Hasta el más mínimo detalle tiene relevancia y motivar a los invitados para animarlos a asistir e incluso participar en los preparativos via blog, grupos de whatsapp y listas de música está cobrando vigencia.
Una pieza clave de ello es la invitación. Toda una declaración de intenciones interpretada a primera vista que deja entrever lo que acontecerá y cómo el día señalado.
Algunos recurren a diseñadores o sitios especializados, otros afrontan ellos mismos el reto. En cualquiera de los casos, la implicación y la toma de decisiones por parte de los protagonistas es esencial.
El diseño de una invitación suele caracterizarse por el equilibrio tipográfico y el papel que lo enmarca. Pero ¿qué tipo de letra elegir?, ¿irá con algún motivo gráfico? Y lo que es más complicado ¿qué papel la acompañará? Las combinaciones son amplísimas así que es muy importante tener las bases bien claras y después todo será más sencillo.
Por este motivo hemos sintetizado en 4 puntos la información básica que servirá de punto de partida para ponerse manos a la obra.
Si eres un profesional creativo consigue que tus clientes reflexionen y respondan a estas preguntas. Les encantará poder hablar de ello y que comiences tu labor teniéndoles en cuenta.
Si eres parte implicada te ayudará a concretar el totum revolutum que tienes sobrevolando tu cabeza y rebajar la ansiedad de ver cómo se aproxima la fecha… ¡¡y tú con tantas cosas pendientes!! Vamos a ello.
1.- ¿Qué historia quieres contar?
Cada vida es única y la historia de amor entre dos personas que desean unir las suyas aún más. Algunas parejas se definen por sus aficiones, otras por la personalidad de sus integrantes, algunas por las peripecias compartidas o la gente que los rodea. Todos tenemos una historia que contar, un hilo conductor que nos distingue…
2.-¿Cuáles son los clichés visuales de esa historia?
Si nos paramos a pensar sobre ello la vida está llena de iconos que comunican la afición a un determinado estilo de vida, música, serie de televisión, hobbie…
3.- ¿En qué colores se traduce?
El color es vida y nos transmite emociones. La historia de la que van a ser partícipes los invitados, el vestuario y los lugares previstos para su representación (la ubicación geográfica, la iglesia, el lugar para las fotos de los novios, el restaurante…) en qué tonos se concretan.
4.-¿Qué sensaciones/ideas quieres transmitir?
Entusiasmo, vitalidad, romanticismo, placidez, alegría, dinamismo, asombro, modernidad, cuidado…
Con la respuesta de estos cuatro puntos hemos conseguido esclarecer el entorno deseado por los novios y una base esencial para crear la invitación que mejor los identifica.
En la segunda parte de este artículo explicaremos casos prácticos en los que se llevó a cabo.