La marca G . F Smith recientemente ha sacado Colorflute. No la definiríamos como una nueva colección per se sino como un facilitador para el mundo del packaging.
Colorflute se fundamenta en Colorplan, la colección más emblemática de la casa. Si no te suena, aquí te lo contamos.
La gama Colorplan es una familia de cartulinas de color, hasta 55 tonos, disponibles desde 100/120 g hasta 700 g. Con la posibilidad de personalizarlas por una cara con una variedad de 24 gofrados.
Su seña de identidad es su superficie natural, de poro abierto, y lo polivalente que resulta dado que a la amplitud de su rango de gramajes se suma la disponibilidad de sobres en 6 tamaños y adhesivos en 15 de sus 55 colores (aquí + info).
G . F Smith parte de esta referencia tan polivalente para dar lugar a una solución para los proyectos de packaging. Cuando lo habitual es tener por separado el papel elegido y el cartón, para después contracolarlos y troquelarlos, ahora el paso de la compra por separado y el contracolado de los materiales nos lo ahorramos.
Colorflute es una solución personalizable en cuanto al color del papel, el tono del cartón (marrón o blanco) y la posibilidad de elegir si el papel va por una cara o por ambas. Es decir si el cartón queda cubierto por encima y por debajo o sólo por encima.
Capaz de soportar y proteger productos entre los 8-12 kg es 100 % reciclable.
Todo son ventajas pensadas para facilitar la producción de packagings, cada vez más demandados con el auge de la venta online.