Los papeles reciclados se visten de largo

El cambio de realidad que trajo 2020 ha evidenciado la urgencia de potenciar una economía circular vinculada con el cuidado del planeta. El reciclaje, el cambio en nuestros usos y costumbres, además de un consumo responsable y ético son paradigmas que sustentan el camino hacia una transformación indispensable de estilo de vida, más cooperativo y menos competitivo. Estos valores solidarios nos redirigen, desde una visión antropocéntrica, donde prima lo humano, hacia el biocentrismo donde la humanidad se integra como una especie más del ecosistema.

Si desde hace varios años el aumento de la demanda de papeles ecológicos ha sido notable, en la actualidad el interés se duplica. En el mundo del diseño se asocia los papeles más sostenibles con los reciclados en línea con la gama Cyclus o Nautilus por poner un par de ejemplos de soporte con 100 % de pulpa reciclada. Aparte de su origen, se caracterizan por sus dos posibles colores: blanco común o con el característico tono reciclado. Estos rasgos casan muy bien con determinadas identidades de carácter industrial, directo y/o desenfadado.

¿Pero qué alternativas existen cuando se busca un resultado vinculado con otros valores? Estamos hablando por ejemplo de valores comunicativos como la innovación, la singularidad o la frescura. ¿Es posible utilizar un soporte con atributos ecológicos que se salga de la imagen fija del típico papel reciclado? Por supuesto.

En primer lugar cabe decir que existen papeles en el mercado con un óptimo grado de blancura que son reciclados, aunque no tengan el aspecto con el que siempre se identifica este segmento. Una opción muy interesante es Shiro Echo blanco brillante 100 % reciclado con gramajes desde 90 hasta 300 g y con sobre 11 x 22 cm.

Shiro Echo Blanco y Blanco Brillante

Otra alternativa al uso de celulosa procedente de los árboles son los papeles hechos con fibras vegetales como el algodón o el bambú. Estas materias primas los dotan de una resistencia, flexibilidad y tacto superiores. Las familias Conqueror y Gmund Cotton son buenos referentes.

Sin embargo si quieres ir un poco más allá e incorporar color o propiedades táctiles vamos a descubrir un par de colecciones que te van a encantar:

Crush

Gama ecológica fabricada con 15 % de residuos orgánicos y 30 % de residuos reciclados post-consumo. Tiene certificado FSC y se produce con energía 100 % verde.

Colección completa de la gama Crush

Lo llamativo de esta colección es que incluye subproductos procedentes de uvas, cerezas, maíz, olivas, café, kiwis… para generar papeles en las tonalidades de estos productos. Materias primas naturales que se salvan de los colectores y se utilizan para hacer esta gama colorida y vital. De este modo el papel Crush maíz puede ser usado en panaderías y ultramarinos, Crush uva en bodegas o el Crush café en coffee shops con lo que las identidades ganan una dimensión más integradora.

Está indicado para múltiples aplicaciones como embalajes de lujo, folletos, etiquetas, tarjetas, cubiertas de catálogos…

Según la variedad dispone de gramajes desde 90 hasta 350 g. Además de sobres en 11 x 22 cm (formato bolsa) y 17 x 17 cm.



El kraft es otra solución sostenible que empezó a estar en auge allá por 2010. Su uso se ha normalizado bastante y según qué casos y cómo se aplique puede resultar hasta manido.

Aún así continúa vigente la tendencia de utilizar cartoncillos pero ahora con tonalidades diferentes: marrones lavados, bigrises e incluso colores menos previsibles (azules, verdes…). Buen ejemplo de estas referencias es la próxima colección protagonista:

Remake

Un papel singular hecho de cuero (el 25 % de la celulosa necesaria en su fabricación se ha sustituido por restos de este material). Los residuos lo dotan de una superficie de aspecto particular y al tacto resulta suave y aterciopelado.

Colección completa de Remake

Fabricado con 100 % de energía verde, además de ser 100 % reciclable y compostable, sus papeles alcanzan hasta los 520 g. Es perfecto para la impresión de alta calidad y el packaging. Dispone de bolsas 11 x 22 cm a juego y en algunos colores también tiene el sobre de 17 x 17 cm.

Con estas colecciones se abre una nueva vía en el mundo de los papeles especiales. A su presencia y connotaciones premium se suman el gran valor medioambiental de su fabricación y sus costes contenidos. Por lo que auguramos que serán una gran baza de cualquier proyecto, en su planteamiento de producción gráfica, para los diseñadores y profesionales creativos.