Cómo elegir un sobre de cine o qué pasó con el sobre de los Goya

La pasada ceremonia de los Goya 2019 tuvo un protagonista inesperado: el sobre que anunciaba el nombre de los vencedores/as.

Esta circunstancia incómoda, que al final dejó momentos anecdóticos reflejados en memes y tweets llenos de ingenio, también invita a una reflexión acerca de la importancia de esta pieza, su funcionalidad y diseño.

Spoiler: nuestro artículo exonera de responsabilidad al adhesivo de su solapa. Sí, aunque parezca mentira, la culpa no fue del adhesivo y vamos a explicar el porqué.

El sobre de los Goya es un sobre en papel creativo, con pequeños elementos que le proporcionan reflejos, en formato C5 (16,2 x 22,9 cm) de 120 g con solapa recta. El papel de este sobre se caracteriza por su tono, lisura y luminosidad en las distancias cortas.

Efectivamente, en las distancias cortas, en la distancia de los planos que se veían a través de la televisión parecía un sobre blanco al uso, de los que recibimos a menudo en el correo con facturas o información bancaria.

Nada más lejos de la realidad. Los sobres blancos de este tipo tienen un gramaje entre 80 y 90 g y suelen llevar un trepado, sólo disponible en fabricaciones industriales de esta clase, que al romperlo permite la apertura del sobre sin complicaciones. Si no disponen del trepado la resistencia a la rotura es bastante pequeña, es un papel fino.

Nuestro protagonista, un sobre creativo pero ya hecho de fábrica, tiene una solapa de 5 cm que al pegarse sólo deja un par de centímetros para meter el dedo e intentar abrir por arriba. Al tener una dureza mayor, por su gramaje y la calidad superior de las fibras de los papeles creativos, no resulta tan sencillo de romper. Si se pretendía despegar la solapa para algunos fue misión imposible, otros lo consiguieron con dificultades. Los sobres industriales llevan un adhesivo no especialmente fuerte pero sí con adherencia como para mantener la privacidad de su contenido. En este caso, lo más fácil habría sido disponer de un abrecartas o utensilio similar. Aunque Pedro Almodóvar dio con la tecla y se asombró al poder abrirlo sin complicaciones.

Si tenemos en cuenta las características del sobre y su uso, queda a las claras que la elección no fue acertada. Un sobre para una ceremonia de premios, sobre todo con tanta repercusión como los premios Goya, tendría que haber destacado por su forma y color. Esto lo proporciona un sobre de fabricación especial, pensado para unas determinadas circunstancias. A simple vista tendría que haber quedado claro su valor icónico y estar a la altura del momento de expectación, cuando se abre, con sus segundos de suspense hasta que se lee el nombre del galardonado/a.

Un sobre con solapa de pico con un color más vivo le habría dado la distinción y elegancia que habrían sido percibidas por asistentes y telespectadores. La solapa de pico habría permitido una apertura más sencilla. Por ejemplo, los sobres de los Oscar, de los últimos años, la llevan, además de un pequeño lacre con cinta, que permite tirar de ésta y abrirlos sin complicaciones. No hace falta pegar la solapa completa. Es un sistema eficaz y sencillo que a la vez salvaguarda la confidencialidad.

Muy a menudo se subestima la importancia que tiene un sobre. Tanto en su uso en papelerías corporativas como en su papel de consorte en el mundo de las invitaciones. Episodios como el de los Goya subrayan la importancia de un buen asesoramiento.