El auge del mundo de la restauración y la incesante apertura de propuestas culinarias novedosas y eclécticas ha traído de la mano proyectos de interiorismo y diseño corporativo de alta cuisine. Ejercicios creativos que buscan recrear una experiencia gastronómica en la que el decorado nutra los sentidos.
Dentro de este escenario uno de los ejes que cada vez cobra un mayor peso son las cartas de restaurante. Debido al contexto y frecuente uso, las cartas son unas piezas cuyo deterioro se manifiesta a medio plazo.
Da igual la categoría del restaurante y su número de tenedores, su finitud es una máxima a la que tienen que hacer frente los diseñadores cuando afrontan su conceptualización. Al deseo de cautivar la mirada se une la necesidad de resistencia y la facilidad del manipulado de las hojas interiores cuando se modifican los platos de temporada.
Al plantear la solución para la carta del restaurante Pipa & Co. el estudio Wonderbrand tuvo que poner sobre la mesa las vicisitudes antes mencionadas. En lugar de la típica carta en díptico, pensaron un soporte amplio, forrado en tela y estampado, que sostuviera la oferta de platos en una única hoja abierta que puede sustituirse de manera sencilla.
