La Casa del Presidente es un pequeño hotel de lujo con un buen pedazo de la historia reciente de nuestra democracia. En el corazón de Ávila, con acceso directo a la muralla desde sus jardines, el palacete que pensó como retiro Adolfo Suárez, y que habitó de manera intermitente durante una década, se ha convertido en un oasis donde disfrutar de una experiencia exclusiva a la par que cálida.
A pesar de la actualización y renovación necesarias, conserva los salones y el despacho del presidente, con su gran librería y una pequeña puerta secreta para facilitar su huida por si fuera oportuno. Aquí parece ser que se reunió con Santiago Carrillo para negociar la legalización del Partido Comunista. Ahora el despacho es el lugar de recibimiento para hacer el check-in.
En la búsqueda por mantener los valores de la casa, las habitaciones tienen nombres significativos Libertad, Diálogo, Concordia, Felicidad… conceptos intrínsecos a su historia.
El branding de este proyecto fue desarrollado por el estudio Nacho Reina.
En la identidad prima una paleta de colores intensos con el acento visual de los puntos de impresión engordados, típicos de las cartelerías a gran formato (por ejemplo los carteles del metro), dispuestos para ver a distancia las piezas e intuir las imágenes que esconden.
El toque de excelencia en esta papelería corporativa lo brinda la elección de papeles naturales con su tacto característico y la estampación en oro brillo. Adereza el conjunto una impresión offset de calidad.