Las tarjetas de visita realizadas para Clay de Catalina respiran los valores artesanos de sus diseños y cerámicas. Cuidado, minimalismo y sostenibilidad son algunos de los adjetivos que nos vienen a la cabeza al observar sus creaciones. El trabajo de los volúmenes, inspirado en sus viajes, atrapa el exotismo de aquellas tierras lejanas.
Por ello, en la producción de sus tarjetas de visita, el relieve de su golpe en seco ciego, es el hilo conductor que lo vincula con la esencia de la marca. A este acabado especial lo acompaña la impresión en offset de su pantone corporativo y el papel creativo Olin Origins Cereal en un buen gramaje de 320.
El diseño y la confianza en Minke vienen de Natalia Milla.