La mítica discoteca Joy Eslava, tras el cierre por la pandemia, volvió a abrir sus puertas transformada en el Teatro Eslava. Este icono con más de 150 años de historia se reinventa, con la vuelta a sus orígenes, como un espacio de experiencias en el que confluyen la fiesta, la música, la cultura y la gastronomía.
Desde su inauguración en 1871, por el Teatro Eslava han pasado músicos, poetas, actores o grupos de cabaret para festejar el arte y la vida en conciertos, exposiciones, obras de teatro o fiestas. Su compromiso con la cultura y el entretenimiento es la fuente que inspira la identidad visual creada por Grávita.
Es el propio teatro el que fundamenta el diseño del logo, que evoca sus ornamentos, y propicia la creación de un sistema flexible que sirve para dar voz a todos aquellos artistas que pisarán sus tablas.
El espíritu ecléctico de su programación se representa con una paleta de color vibrante y una familia tipográfica, capaz de abrazar cualquier género, para adaptarse al estilo visual de cada artista.
En el planteamiento de producción optamos por la impresión offset para reproducir sus pantones corporativos y un papel creativo natural para conferirle una textura cercana y agradable. El alto gramaje del papel contribuyó a proporcionar solidez y un grosor adecuado para que destacara el coloreado de los cantos.
