Meticulosa y detallista, hasta el último día estuvo al tanto de que todo fuera como lo había imaginado.
Así que al principio buscó referencias en páginas especializadas en producción gráfica, comentamos diferentes planteamientos de producción y después… a toda máquina.
El proyecto implicaba diferentes piezas además de la invitación de boda y su sobre: la tarjeta de agradecimiento y su sobre, la tarjeta para el calzado, el plano y una tarjeta de visita. Los recién casados querían aprovechar la ocasión para hacerse sus tarjetas de visita conjuntas.
En cuanto a los procesos de producción gráfica incluyen impresión offset y letterpress con golpe en seco ciego en altorrelieve sobre papeles 100 % algodón.
La convocatoria tuvo tal éxito que fue necesario hacer una segunda edición de los elementos principales.
Situación que, junto con las adversidades que hubo hasta la esperada fecha, Natalia compartió con nosotros con su buen humor y gracia natural, convirtiéndolas en anécdotas francamente divertidas.
A día de hoy siguen fascinando a todo aquel que las ve.