Calleja Studio es la empresa formada por el equipo que trabaja para el artista Javier Calleja en la gestión y administración de su obra. Desde 2017, tras el éxito de su exposición en Hong Kong donde todo quedó vendido y se abrió una lista de espera para adquirir su obra, su reconocimiento en el continente asiático se ha contagiado al resto de la geografía planetaria y recibe llamadas de galerías de todo el mundo. De ahí la importancia de este área para dar respuesta a las tareas administrativas mientras él crea.
El trabajo de Javier Calleja es complicado de definir y él huye de las etiquetas de la crítica y los vínculos que lo relacionan con influencias del pop, el cómic o el manga japonés. Su obra “bebe de todo” y la reivindica como arte mediterráneo por su emoción, por nacer del corazón.
En su obra destaca la mezcla de ingenuidad e ironía, la ternura y el sarcasmo. Estéticamente sobresalen el juego de volúmenes y el color. Tras su aparente sencillez hay un trabajo meticuloso hasta lograr que sus personajes den la sensación de vida. Buena muestra de ello es constatar que las fases del proceso, desde el boceto hasta la producción final, duran un año.
Con todo esto tuvo que lidiar el estudio Brida cuando reinterpretó su obra en clave de identidad corporativa. Desde los planos de la evocación, los mensajes y los símbolos del universo de Javier Calleja a crear un discurso visual coherente con su propuesta artística.
La dualidad fue el eje que cimentó este proyecto. El diálogo propio de los personajes se traslada a mensajes donde se juega con lo formal e irreverente, la calidez de la creación y la frialdad de la gestión, el autor y el receptor activo… Lograr esa interpelación de los mensajes del artista en sus elementos corporativos.
En lo que respecta al trabajo de producción de Minke buscamos un soporte cálido, en una tonalidad propia de la paleta del artista, con un tacto agradable. El papel es el Keaykolour Biscuit. La fuerza del sistema visual, representado en texto y recursos gráficos, se ha evidenciado con la impresión de un negro intenso en offset. El juego de volúmenes con golpe en seco ciego. Combinación que continua con la línea minuciosa y a simple vista sencilla de Javier Calleja pero que en el fondo genera fuerza y dinamismo.