-
Polipropileno
Es el tipo de película para plastificado más extendido. Se usa habitualmente en folletos, revistas y libros debido a su gran flexibilidad y resistencia a la hora de realizar plegados y hendidos.
Entre sus variedades tienes: brillo, mate, metalizados y holográficos. Una de sus variedades está homologada por Sanidad.
Además es compatible con la estampación por calor.
-
Polietileno
De entre todas las opciones es el tipo de plastificado más económico y está homologado por Sanidad para el contacto con alimentos.
Suele utilizarse en cartonajes, bolsas y promociones.
Tiene algunas desventajas que deberías conocer antes de decidirte por esta opción: no admite gramajes inferiores a 150 g, no se puede plastificar por ambos lados, es suceptible a los arañazos y tiene cargas electroestáticas.
-
Acetato
El acetato es un tipo de película que permite cualquier aplicación, no envejece ni se deslamina, es impermeable y admite toda clase de estampación.
Se utiliza en la industria cosmética, folletos comerciales, displays y packaging en general.
Entre sus variedades de película están: brillo, mate, semimate, nacarado y acetato “impreso”.
Has de saber que con respecto al polipropileno tiene un mayor coste y resulta más frágil pues tiene una menor flexibilidad y elasticidad.
-
Películas Dry
El plastificado con películas Dry es 100 % ecológico. No altera los colores y admite posteriores acabados y manipulados sin problemas. Su uso está muy extendido dentro del sector de las Artes Gráficas: cubiertas, cartelería, carpetas…
La desventaja con la que cuenta es su elevado precio.
Plastificado
El plastificado es un tipo de acabado que consiste en aplicar una película a uno o ambos lados de un soporte. Encontrarás que tiene tanto ventajas prácticas como estéticas: mayor rigidez, resistencia a la rotura, brillo, tacto suave y protección frente a la humedad, la grasa y el rayado.