La isla Blanca, otro de los nombres con los que se identifica a Ibiza, tiene reminiscencias culturales y sociales que evocan diversión, libertad y vida, encuadradas en el característico blanco de su arquitectura.
Colores puros y luminosos eran el hilo conductor de la escenografía visual que requería la invitación de boda y su tarjeta. La sencillez y la naturalidad fueron los valores comunicativos buscados.
Con estas demarcaciones el planteamiento de producción nos condujo a un papel especial 100 % algodón y una impresión offset que cuidara la intensidad del negro. Sin olvidar la delicada reproducción de la imagen final, evocadora de un paraíso prometido, sobre este soporte tan poco favorable.